"QUÉ AMABLES SON TUS MORADAS SEÑOR...
... MI ALMA SUSPIRA Y ANHELA LOS ATRIOS DEL SEÑOR"
(Sal 84)

miércoles, 26 de octubre de 2011

EL PASTOR



EL PASTOR, se preocupa por el bienestar de su rebaño, acomoda sus propios ritmos y sus propias exigencias a las de sus ovejas, CAMINA Y VIVE CON ELLAS, guiándolas por senderos «justos», es decir aptos para ellas, atendiendo a sus necesidades y no a las propias. Su prioridad es la seguridad de su rebaño, y es lo que busca al guiarlo.

Todos hemos tenido en nuestra vida, alguien así; Un padre, una madre, un buen maestro, un sacerdote... Pero en la Iglesia, nuestro pastor, es Cristo, a quién siempre podemos decir: Aunque camine por valles oscuros, TU ESTAS CONMIGO (Sal 23). Esta es nuestra certeza. La certeza que nos sostiene.

Quien va con el Señor, incluso en los valles oscuros del sufrimiento, de la incertidumbre y de todos los problemas humanos, se siente seguro.

Aquel «tu vas conmigo» es una proclamación de confianza inquebrantable, y sintetiza una EXPERIENCIA DE FE RADICAL; la cercanía de Dios transforma la realidad, el valle oscuro pierde toda peligrosidad, se vacía de toda amenaza.

El rebaño puede ahora caminar tranquilo, acompañado por el sonido familiar del bastón que golpea sobre el terreno e indica la presencia tranquilizadora del pastor...

Pero además, el Pastor no solamente nos acompaña, sino que comparte con nosotros su comida, nos sienta a su mesa, nos introduce en su tienda ( gesto de hospitalidad grandísimo cuando el sol del desierto nos abrasa ) ...

...en una palabra, en la Escritura (Sal 23 ) el Señor se nos presenta, como AQUEL QUE ACOGE SIEMPRE AL ORANTE, con los signos de una hospitalidad generosa y llena de atenciones.

Y comparte con nosotros no sólo su alimento sino también SU VIDA, su Cuerpo y su Sangre, en un ofrecimiento de profunda comunión y amistad.

PERO AÚN HAY MÁS.

La escritura sigue describiendo que somos también obsequiados con el don generoso del ACEITE PERFUMADO sobre la cabeza, que mitiga de la canícula del sol del desierto, refresca y alivia la piel, y alegra el espíritu con su fragrancia.

Y por último, con el Caliz REBOSANTE que añade una nota de fiesta, con su vino EXQUISITO, compartido con generosidad SOBREABUNDANTE.

Es decir, somos obsequiados con alimento, aceite, vino: son los DONES QUE DAN VIDA Y ALEGRÍA porque van más allá de lo que es estrictamente necesario y EXPRESAN LA GRATUIDAD y la abundancia DEL AMOR.

Está es la forma que tiene Dios de hablarnos y de comunicarnos TODO LO QUE RECIBIMOS DE ÉL, cuando somos creyentes y vivimos en COMUNION CON CRISTO.

EN LA IGLESIA Dios nos colma de atenciones, y su tienda es para nosotros, profundamente acogedora.
Más aún, cuando Dios abre su tienda para acogernos, nada puede hacernos mal.

En la Iglesia nos pasa como a ese viandante que cuando encuentra refugio en una tienda acogedora, sus enemigos deben detenerse a observar, sin poder intervenir, porque aquel que consideraban su presa se encuentra en un lugar seguro, y se ha convertido en un huésped sagrado, intocable.

Luego, cuando el viandante parte nuevamente, LA PROTECCIÓN DIVINA SE PROLONGA Y LO ACOMPAÑA en su viaje:

«Tu bondad y tu misericordia me acompañan todos los días de mi vida, y habitaré en la casa del Señor por años sin término»
(Sal 23,6).

Porque en la Iglesia, hemos experimentado la BONDAD Y FIDELIDAD de Dios, y ellas son ahora las que nos acompañan, al ponernos nuevamente en camino, en nuestro trabajo diario.

Y por eso, nuestro camino (toda nuestra vida) adquiere UN NUEVO SENTIDO, y se convierte en peregrinación hacia el templo del Señor, el lugar santo donde queremos «habitar» para siempre y al cual queremos «regresar».

(El verbo hebreo utilizado aquí tiene el sentido de «volver», pero, con una pequeña modificación vocálica, se puede entender como «habitar»).

(Se pueden mantener los dos sentidos: volver al templo, y habitar cerca de Dios, en su cercanía y bondad, es el anhelo y la nostalgia de todo creyente: poder habitar realmente donde está Dios, cerca de Dios).

Siguiendo a Cristo-Pastor, él nos conduce a su casa, un lugar de paz DONDE SE EXPERIMENTA LA BONDAD Y EL AMOR FIEL DE DIOS, día tras día, en la alegría serena DE UN TIEMPO SIN FIN.

BENEDICTO XVI. 5/10/11



7 comentarios:

  1. Hola Lah.
    Esta reflexion que nos dejas hoy, nos aporta un ancho camino para la esperanza en este mundo en que muchas ovejas pastamos en lugares inapropiados por la ineficacia de tantos falsos pastores.
    Un gran abrazo y gracias por tu comentario en mi blog.

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  2. Cuanto consuelo encuentro en el salmo 23 Lah. Una entrada preciosa, la mejor medicina para un corazón que sufre y hoy en nuestra sociedad hay tantos corazones rotos. Hay que llevar la Iglesia a esas personas que no se acercan pero sabemos que estan necesitados del amor de jesucristo. Un beso amiga.

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  3. Hola LAH, que hermosa reflexión la hoy.... Un gran abrazo.

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  4. Cuánto tenemos que leer las palabras de los Papas, nuestro Pastor, que nos guía con paso seguro...

    Preciosa entrada. Un abrazo!

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  5. ¿Qué debe experimentar nuestro Pastor en la tierra, cuando ha meditado sobre lo que nos propone? Que hermosa reflexión.
    Un abrazo

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  6. Preciosa reflexión Lah y cuánto nos enseña.
    Muchas gracias.

    Un fuerte abrazo y feliz día.

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  7. Gracias por traernos las palabras del Sto Padre.

    Que gran don es la Iglesia que nos acoge y protege

    Que grande es nuestro Dios que nos ha concedido este don

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