La medida que tenemos en este mundo no es la que me dice el Señor, lucho y combato con mi poca fé desquitandome esa "medida" engañosa y banal que me ofrecen constantemente...donde se vale mas por lo que tienes que por lo que vales.
Cada vez opto por no poner etiquetas, y no medir según vea yo, porque suelo equivocarme tantas veces! sino cómo mide mi Señor, porque todos los dias me lo muestra con sus palabras en el Evangelio.
Es otra la mirada que este mundo intenta por todos los medios decirte que no vale la pena, que desistas!
En el Amor no hay medidas se dá o no se dá, la cantidad que pongamos en lo que hagamos sólo depende de nosotros, y de las ganas y las fuerzas que tengamos para volverlo intentar, si las hay, sólo hay que querer querer, lo demás El lo hace siempre.
En mi libertad, deseo y quiero "medir sin medidas" los acontecimientos, las personas de mi alrededor, todo lo que me acontece, pidiendo a mi Señor que no se canse de mi.
Y aqui estoy intentando todos los dias hacer Su voluntad.
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Si señora, buena entrada.......
ResponderEliminarTe diré que mi medida en dar es muy chica Lah, una pena. Pero he descubierto que si le pregunto al Señor me dice :" Tu pon todo tu ser , tu fuerza y tu alma en cada cosita que hagas, lo demas dejamelo a mi"....y asi intento vivir, sé que la Vida la puedo dar cuando El me la dá, en mi no hay a veces na de ná....pero al mirarlo con los brazos en cruz y mirándome....se produce el milagro porque escucho al que tengo a mi lado y le sonrio...El aparece a mi alrededor y lo veo....aunque me equivoque la mayoria de las veces.....uy, le digo ,ya ves como soy, despistada, distraida, y un desastre tantas veces.....pero El no deja de Mirarme y me dá la Fuerza que necesito para no dejar de mirarlo....me seduce y me interpela...no me deja porque cuenta conmigo para su Obra...y esto me deja anonadada y llena de estupor. Se ha enamorado de mi!!.Dejalo a El que ponga la medida y dejate llevar, verás que bien......un beso
Lah: Es la sociedad en la que nos ha tocado vivivr. En nosotros está en no ser borregos y ni siquiera medir a las personas por nada, las personas son solo personas. Pero que dificil es!.
ResponderEliminarPues no es poco, eh!. Lo único es como saber cual es su voluntad. Eso si que es dificil saberlo.
Yo mas que hacer su voluntad que con sinceridad, no se cual es, siempre Le digo, que se cumpla tu voluntad no la mía.
Un abrazo.
PD. La próxima entrada que estoy preparando te va a encantar.
¡Menos mal que el Señor tiene otra medida que nosotros!
ResponderEliminarGracias por tu entrada que me hace mucho bien.
Un besazo
Aprender a darse sin medida.
ResponderEliminarA amar. A dejarse amar por Dios
Yo también intento al menos,renovar el querer hacer Su Voluntad
Gracias por la entrada, ayuda en la recta final de la Cuaresma
Muy buena reflexión. Creo que Dios, nunca se cansa de nosotros. Somos nosotros los que nos cansamos y siempre andamos con ganas de abandonar la barca. Un abrazo.
ResponderEliminarRosa
Buena entrada Lah, nos pone de cara con nuestra realidad. Yo nunca he tenido mucho calculo, ni para ajustarle a la gente la edad frente a la tipica pregunta:¿cuántos me hechas? Siempre me vi en un compromiso. Asi que pienso en ello,aunque paresca una tonteria a la hora de juzgar a los otros y me digo, no, porque seguro que metes la pata.
ResponderEliminarIsabel tambien ha estado acertada al decir en su comentario que somos nosotros los que nos cansamos y andamos con ganas de abandonar la barca.
Es dificil la misión a la que estamos llamados.
JOpe! ¡Qué bueno!. Un abrazo milimétrico.
ResponderEliminarLo haces muy bien tengo que darte las gracias por tus enseñanzas.
ResponderEliminarLa ternura e tu imagen en el blog, me conmueve tanto como las hermosas flores de mi ciudad, todo eso viene de la mano de Dios.
Un abrazo afectuoso
Medimos probablemente demasiado, sobre todo a la hora de dar o darnos. Como dice Chus, en nosotros está el no seguir las pautas sociales como borregos. Un abrazo!
ResponderEliminarGracias. Sí, aunque nos cueste vivirlo plenamente sabemos que en la sin medida de nuestro don, de nuestro amor está la felicidad. EL Señor nos guía y nos sostiene en este camino.
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