Para quien haya visto la pelicula "Jumanji" seguro que os acordareis de aquellos tambores que se oian cuando el juego queria hacerse notar...
Pues paseando por algunos blogs y viendo cómo está el panorama moral con sus ataques a la Iglesia, siempre me vienen a la memoria éstos tambores que figuradamente oigo lejanamente cuando ocurren cosas como en Somosaguas, en el Valle de los Caidos o en cualquier otro sitio, porque esto suma y sigue...
Y no se puede dejar de pensar que esta tierra nuestra tan llena de Santuarios y advocaciones a Nuestra madre tierra de Maria, como decia nuestro santo Juan Pablo II, sigue protegida por Su Manto.
Estos tambores lejanos también los "oigo" en mi vida cotidiana cuando se presentan problemas inesperados, y es que el maligno no para!
Cuando veo estos ataques sólo pienso en Ella en nuestra Madre y rezo para que nos siga protegiendo y dándo ánimos, el laicismo nó triunfará.
Hay muchas oraciones que lo están frenando, y si éstos ataques suponen más auténticas conversiones, ¡bendito sea el Señor!
Esta es mi esperanza y mi consuelo. Hoy sólo se me ocurre compartir esto con vosotros.
La situación no es muy buena, pero creo que también hay conversiones, pero que "resuenan" menos que los ataques.
ResponderEliminarMe encanta la idea de que nuestra Madre nos protege. Ella no abandonará esta tierra, que es de su Hijo. Es la más segura de todas las esperanzas
Gracias por esta entrada y por compartir este consuelo
El laicismo no triunfará mientras el Espiritu Santo de Dios sople en nuestras familias y nos haga ser cristianos no conformistas con las reglas de la sociedad. Desde el seno familiar hemos de enseñar a nuestros hijos, para que fuera no puedan engañarlos.
ResponderEliminarMientras pongamos nuestro ser en las manos del Señor y de María, mientras clamemos al cielo por amparo, la llama de la fe sigue viva.
ResponderEliminarCuando ya no tengamos esa necesidad imperiosa de clamar y agradecer, todo será desesperanza y llanto sin consuelo.
Los cristianos, debemos ser faros para nuestros hermanos. Ser verdaderos testigos de la fe, con nuestro modo de vivir, con nuestras acciones y expresiones. Podemos avivar la fe en otros, con solo pasar un instante por sus vivas dando testimonio de nuestra propia fe.
En tiempos de tormentas y oscuridad, cuando los tambores resuenan o los truenos más asustan, solo en Dios recuperamos el valor y la esperanza. Y desde esa entrega absoluta a su designio, somos amparo y cobijo de los más débiles y descreídos. Les mostramos el camino que los llamará, les probamos que es posible creer y amar a un Dios que no ven, pero que EXISTE Y ES PURO AMOR.
Te dejo todo mi cariño.
A veces veo estos "tambores"...cuando intento descansar del "combate diario"....como toques de parte del Señor para que no me duerma...y otras veces , cuando estoy en tensión y "levantada" y oigo ese desorden y desasosiego que trae el maligno....está bien tu entrada.....Creo que en la iglesia nos estemos preparando para tiempos dificiles, y hay que estar Firmes en la Fé para se "carne de cañón" como decia S Pablo.....pero La Madre no nos abandonará NUNCA y esta es nuestra Esperanza, Ella siempre nos mostrará a Jesus y nos dirá Haced lo que El os diga....ya estaremos con el oido abierto para hacer gustosamente su Voluntad, que es nuestro descanso y nuestra felicidad.un beso guapa.
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