La otra tarde en la Eucaristia, al finalizar la celebración salió una chica de unos 17-18 años hablandonos de su decisión de entrar a finales de Agosto en una de las congragaciones más concurridas en este tiempo: Iesu Communio.
Ante la ovación general que dimos todos, me fijaba en su cara radiante, plena y feliz.
Cuando te enamoras de Alguien de esa forma sólo quieres pertenecerle a El y sólo a El, ¡menudo Esposo! y me alegré mucho porque en estos tiempos ver vocaciones asi dan una esperanza muy grande.
El Señor sigue llamando...
Han salido ya varias vocaciones para la vida consagrada y sacerdotal en esta Parroquia, y me alegran mucho estas noticias, refrescan y estimulan tanto...hay mucha gente joven que asiste a misa a diario y asi es normal que "toque" el Espiritu a estas almas, qué privilegio más grande, pensaba mientras salía al atardecer observando a las golondrinas que volaban con prisa, y me parecia que ellas también celebraban desde el aire esta noticia.
Pues gracias Lah por esta noticia que hace me sienta llamada yo tambien!!!! Tu vena poetica te sale sin proponertelo .....te he visto como una golondrina, piando y exultando dando vueltas por el aire esta alegria......Este Esposo es nuestro, de todos nosotros, no lo olvides, y El siempre invita a creer que podemos amar como El si lo dejamos hacer en nuestro interior. un beso.
ResponderEliminarYo también la celebro como tú y como las golondrinas.
ResponderEliminarUn beso.
Si,"Que dulces son tus moradas Señor" Si Señor
ResponderEliminarsabemos que cual Peregrino, pasas picando de puerta en Puerta, nosotros estamos muy ocupados
limpiando nuestra casa, tendiendo la ropa, a veces ni siquiera eso, simplemente estamos apoltronados en el el Sofa de nuestras seguridades, y no tenemos tiempo para escuchar y conocer al Peregrino, Pasa de nuevo señor Jesús por nuestras vidas, envíanos tu Espíritu que nos dé oidos nuevos para escucharte. Abre nuestro corazón y el de los jóvenes .Elpidio
Es como estar alli contigo mirando las golondrinas y disfrutando del momento. Y es que el amor es contaguioso. Irradia un circulo de energia positiva que abraza a todo el que está cerca.
ResponderEliminarUn beso.
Lah. Iessu Communio. Son las clarisas de Lerma. Si te pasas un domingo por La Aguilera y oyeras una Misa, te quedarías alucinada, de la cara de felicidad que tienen todas.
ResponderEliminarEnhorabuena a esa chica que va a entregar su vida a Dios y enhorabuena a sus padres, que me imagino saben, el tesoro que tienen.
Un abrazo
Me ha encantado,apreciada autora,el tema que has tratado y las reflexiones que haces en él.No hay más que añadir.Solo me permito transcribir lo siguiente:
ResponderEliminar"Cuando cursé mis estudios en un instituto católico a principios de los años sesenta, el término 'vocación'-del latín vocare, que significa llamar- era sinónimo de ingresar en una comunidad religiosa. Como la mayoría de las quinceañeras, yo quería ser conquistada por un hombre apuesto, casarme, tener hijos y vivir feliz para siempre jamás.
Sin embargo,debo admitir que la idea de que las mujeres fueran llamadas a abandonar el mundo porque eran las elegidas del Señor, me parecía muy romántica. También encontraba los hábitos blanquecinos de las monjas muy elegantes.
Pero la vocación no se reduce eso.Veinte años después,estaba felizmente casada, vivía a las afueras de Maryland y era madre de una bella hija a la que adoraba. Sin embargo, ante la necesidad de tomarme un descanso, me fui de retiro a un convento.
En cuanto el coche franqueó la verja,fue como si un hechizo se hubiera adueñado de mi; al atravesar el silencioso vestíbulo que llevaba a la capilla, me sentí como si hubiera llegado a casa. Fue una sensación muy perturbadora. Tras un fin de semana en silencio, transcurrido entre oraciones y trabajo, junto a las religiosas que habían respondido a la llamada del Señor de forma tan espectacular, me sentí obligada a reconciliar lo irreconciliable. Busqué una confesora, una encantadora monja de mi misma edad, aproximadamente, y admití bajo los otoñales rayos que bañaban el jardín del convento, que sí había tenido vocación,pero que había optado por decir que "no" al Señor. No me apesadumbraba no haber seguido un camino determinado en la vida, sino el hecho de no haber tenido ni tan siquiera el valor de haber considerado la posibilidad de haber tomado un camino menos trillado. Ahora era demasiado tarde. Ella me confió a su vez que en ocasiones se preguntaba si habría podido servir mejor a Dios en el mundo como esposa y madre. Y dijo: cuando tenemos el corazón abierto, la Providencia hace recto nuestro camino.
Luego preguntó en voz baja: ¿por qué das por sentado que no has respondido a la llamada del Señor?El Señor necesita madres, el Señor necesita escritoras. Debe existir algún trabajo especial que solo tú puedes aportar al mundo para Dios.
Ella creía en las palabras de ánimo de Santa Teresa de Jesús para los que buscan su vocación: "Cristo no tiene otro cuerpo sobre la tierra que el tuyo;tú eres las ünicas manos con las que Ël puede realizar su trabajo, tú eres los únicos pies con los que Ël puede recorrer el mundo, tú eres los únicos ojos en los cuales puede seguir brillando su compasión por un mundo turbulento. Ahora, Cristo no tiene otro cuerpo sobre la tierra que el tuyo".
Con el corazón henchido de esperanza regresé a casa junto a mi marido, mi hija y mi trabajo en este mundo. Ahora, después de una década, no me ha pasado desapercibido el hecho de estar viviendo mi vocación no buscada; mi hogar se va convirtiendo en un claustro, mi pasión en mi vocación, mi trabajo en mi forma personal de adoración".(Sara Ban Breathnach)
CRISTO REINA, POR SIEMPRE EN NUESTROS CORAZONES
Un saludo
Una reciente encuesta no es muy alentadora en cuanto a la práctica de la religión católica en ESpaña. Pero lo que está claro es que los católicos que los son, lo son de verdad y el Señor envía vocaciones para que vayan contracorriente. Qué gran noticia!!
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con eligelavida; los cristianos ahora son más coherentes, más auténticos.
ResponderEliminarDios sigue llamando. ¡Escuchemos su voz.!
Un abrazo.
Dios te bendiga.
En todo lo que importa es hacer la Divina Voluntad, y que sepamos realizarla con mucha dignidad, donde sea.
ResponderEliminarMe alegro por tí, que nos compartes y por la chica que opta por la consagración como estilo de vida.
Gracias Amiga!!
LAH, si salen tantas vocaciones en esa parroquia eso huele a sacerdote santo.
ResponderEliminarEs curioso que tantas gente con vacía existencial compadezca a las personas felices.
(Últimamente me da problemas colgar comentarios en tu blog, puede ser mi ordenador).
Solo sé que cada vocación que he conocido me ha contagiado de su alegría, ilusión, de su elección, creando una "sana envidia" de encontrar el gran tesoro.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo