Somos tan impacientes. Queremos saber AHORA que todo lo que nos preocupa acabará en algo bueno. Cualquier situación con la que estemos luchando, cualquier tarea que parece demasiado difícil, cualquier lobo que estamos enfrentando, asumimos que podríamos manejar mejor la situación si solo supiéramos el resultado y si solo pudiéramos ver que todo valdrá la pena.
Así que tratamos de imaginar el futuro. Pensamos que podemos adivinar con certeza lo que nos sucederá si permanecemos en nuestro curso presente de dificultades, y generalmente siempre predecimos el desastre. Si no seguimos a Jesús, probablemente sucede, pero si hacemos lo que el Señor pide de nosotros, en todo lo que llegue a complicarse, el problema más grande será de fabricación propia: Perdemos nuestra poca confianza
Jesús nos aclara que no debemos de preocuparnos porque el Espíritu Santo nos ayudará CUANDO EL MOMENTO LLEGUE. No un segundo antes.
Jesús dice que debemos de ser como la oveja ante los lobos que amenazan nuestra paz -- ovejas que son astutas como las serpientes y sencillas como las palomas. Él no nos está diciendo que seamos ovejas que se quedan mudas en el sendero del lobo con un letrero que proclama, "Muérdeme, que estoy quieto". No, debemos ser lo suficientemente astutas para estar listas y esperar el momento oportuno antes de enfrentarnos al lobo, y lo suficientemente resueltos (léelo como "valientes" no "estúpidos") para confiar que el Espíritu Santo proporcionará la sabiduría y las palabras cuando ese momento oportuno llegue.
-Reflexiones para el alma-
Y seguramente no sea nuestro momento perfecto, pero si para nuestro Señor.
Jesús dice que debemos de ser como la oveja ante los lobos que amenazan nuestra paz -- ovejas que son astutas como las serpientes y sencillas como las palomas. Él no nos está diciendo que seamos ovejas que se quedan mudas en el sendero del lobo con un letrero que proclama, "Muérdeme, que estoy quieto". No, debemos ser lo suficientemente astutas para estar listas y esperar el momento oportuno antes de enfrentarnos al lobo, y lo suficientemente resueltos (léelo como "valientes" no "estúpidos") para confiar que el Espíritu Santo proporcionará la sabiduría y las palabras cuando ese momento oportuno llegue.
-Reflexiones para el alma-
Y seguramente no sea nuestro momento perfecto, pero si para nuestro Señor.
Y la experiencia y estoy seguro que la de todos es que nada de lo que nos preocupa ocurre tal como nos lo imáginábamos, siempre es mayor nuestra angustia que la realidad, y como tú dices muchísimas veces todo acaba bien.
ResponderEliminar¡Dios no pide nada que supere nuestras fuerzas!
Un abrazo
Aquí y ahora. Un alcohólico que lucha por salir del agujero lo sabe bien, la lucha es aquí y ahora. Vencer hoy, es vencer.
ResponderEliminarla medida de la preocupcion es la medida de la prueba.....El nos va dando la fuerza en la prueba, asi que a ser valientes y siguiendo a Jesus que vengan pruebas....con El siemore,siempre venceremos Lah.Animo, y confianza Tenemos garantizadas las batallas con el que las vence por nosotros.
ResponderEliminarHermoso escrito, en ralidad es así.
ResponderEliminarDTB
Gracias por esta entrada tan inspiradora.
ResponderEliminarLa preocupación nos hace perder el rumbo y la fuerza, y lo más importante, nos hace perder la gracia de Dios.
CiT.
Nos ayudará..pero ni un segundo antes. Esto me ha encantado.
ResponderEliminarDía a día, sin agobiarse por el mañana. Es un buen ejercicio a practicar a diario
Gracias por la entrada¡
Sabe esperar en DIOS mil gracias unidas en oración
ResponderEliminarGracias LAH! necesitaba escuchar esto :)
ResponderEliminarUn abrazo
Seguro que para Dios es el momento perfecto,
ResponderEliminarnosotros muchas veces no entendemos nada.
Un abrazo.
Bendiciones para toda la familia.