Hace unos dias pude asistir a la primera Misa que cantó un joven sacerdote, perteneciente a la Diócesis de Getafe.
No es la primera vez y tengo que decir que me emocionan mucho estos actos.
Fué concelebrada con 23 sacerdotes más.
Preciosa y solemne, acompañada con el coro de jóvenes de la Parroquia, no cabia ni un afiler.
El evangelio se proclamó cantado...luego Juan Pablo se dirigió hacia el ambón...esperaba algo impaciente las primeras palabras del recien ordenado sacerdote, que algo nervioso empezó a hablar entre la emoción y las lágrimas que él trataba de impedir a toda costa con pequeños silencios...
El plan que tenia se le vino abajo y empezó a decirnos cosas que para nada llevaba pensado.
Con la voz quebrada por completo nos decia lo Grande que era ese momento para él, la emoción le seguia embargando y a medida que nos iba hablando como podía del Amor del Señor y de este gran privilegio, me di cuenta que hizo mucho más asi, emocionado, llorando y casi moqueando, que dandonos la homilia "perfecta".
El Señor lo llevó por otros caminos mucho mas fructíferos, porque llegó más a nuestros corazones asi...sin más. Nos mostró el suyo y esto... ¿a quien no cautiva?
Entre los sacerdotes habia uno grandote que permaneció a su lado en todo momento, más tarde me dijeron que era ¡su hermano!
Los padres y demás hermanos ocupaban los primeros bancos, y ¡qué padres! que mirada tenian hacia aquel hijo, otro más para el servicio de Dios...
Al llegar al ofertorio fueron hasta el altar para entregarle el cáliz y la patena.
Esas caras estaban plenas de gozo.
Al final en el besamanos no pude contenerme más y me emocioné -soy muy llorona- me entregó el recordatorio. Una imagen del Sagrado Corazón de Jesús con la fecha de su ordenación y una cita de San Juan .
A final se leia: "La Caridad en la Verdad
la verdad con Caridad"
Y después de celebrarlo con un estupendo ágape me vine para casa feliz de haber estado con Juan Pablo en su primera Eucaristia, que desde aqui os pido que lo encomendeis en vuestras oraciones...
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Tengo la suerte de tener un sobrino sacerdote, hijo de una hermana, y como tú bien dices el acto es de lo más emotivo. Lo ordenó el cardenal Amigo Vallejo cuando todavía estaba en Sevilla. La primera Misa no fue en Sevilla fue en Málaga y fue maravillosa porque estuvo muy tranquilo, él es muy risueño y simpático. Allí en Málaga ha estado de vicario de una parroquia y este año lo han destinado a Barcelona,¡mira qué lejos de nosotros!. Tiene sólo 29 años.
ResponderEliminarRezaré por este nuevo sacerdote porque cada día rezo por todos los seminaristas, por los sacerdotes nuevos y por toda la Iglesia, que pasa por momentos muy difíciles.
Un besazo y feliz semana.
Que alegria me das Lah...y que privilegio el tuyo....como te dá el Señor de sus "dulces" eh?...lo cuentas muy bien y parece que puedo imaginarlo...como elige el Señor a los mas sencillos y pobres...me encanta.
ResponderEliminarQue preciosidad de entrada
ResponderEliminarEs un gran día el de la Primera Misa, y me encanta que el sacerdote se haya emocionado.
Estas noticias, estos momentos tan de Dios me encantan
Gracias por relatarlo Y además así cuando rece por los sacerdotes recien ordenados, le pondré "el perfil" de este
Bss
Miriam
Que bonita entrada, me ha recordado el canta Misa de un amigo, que fue el año pasado, estuvo muy emocionante.
ResponderEliminarDios te bendiga.
Un abrazo.
Me ha emocionado tu entrada... me he puesto en el lugar del joven sacerdote y entiendo su sentir, ese saberse llamado por el mismo Dios para seguirle...también me he puesto en el lugar de los padres y pienso que si a mi me tocara vivir esa experiencia, que si el único hijo varón que tengo fuera llamado por Dios y el le siguiera mi corazón no podría sentir mayor alegría.
ResponderEliminarAl igual que Capuchino,cada día rezo por los seminaristas y los jovenes sacerdotes, pondré a Juan Pablo ahí, en esa oración, con su nombre para que esa emoción que sintió en su primera Misa la siga experimentando siempre, siempre que eleve el Cuerpo de Cristo entre sus manos.
Un abrazo.
Qué bien transmites la emoción del momento...
ResponderEliminarA Juan Pablo le deseo que nunca se 'acostumbre' a tener al Señor en sus manos, sino que siempre lo haga con la misma emoción.
Un abrazo!
Muy buena la crónica de tan emocionante evento.
ResponderEliminarDebemos rezar por nuestros sacerdotes, para que se mantengan fieles al Señor, especialmente en los sinsabores de la vida y de la acción pastoral.
Debemos rezar para que en nuestra sociedad no se ahogue la voz de Dios que sigue llamando.
Muchas gracias por compartirlo con nosotros., Le doy a seguir tu blog.
Un saludo.
Andy pues bienvenido!
ResponderEliminarMe alegra que os haya llegado esta entrada fue realmente emocionante, Visi me pasa como a ti tambien me encantaria que el Señor llamara a mi hijo para el sacerdocio, seria algo muy grande para una madre...
abrazos para todos y gracias de nuevo.
Muy bonita entrada, son momentos muy emotivos. Hace años, asistí a la primera Misa de un Sacerdote que era mi profesor en el colegio, dentro de poco, espero asistir a la de un chaval de mi Parroquia. Un fuerte abrazo desde el blog de la Tertulia Cofrade Cruz Arbórea. http://tertuliacofradecruzarborea.blogspot.com/
ResponderEliminarMuy bonita tu entrada, siempre que tenemos un nuevo sacerdote, debemos ser agradecidos a su vocación.
ResponderEliminarGracias por dejar tu huella en casa. No tengas miedo, que Dios te quiere y los dos estamos a tu lado
Te quiere
Sor.Cecilia