¿Si aguien te está frustrando, traicionándo persiguiéndo o robándote la paz ¿Sabes cómo ser como Jesús para vencer esto? Jesús dijo en la escena del Evangelio de hoy (cuando estaba cerca de ser lastimado más de lo que tu y yo jamás experimentaremos) que nosotros nunca podremos ser más que él. Sin embargo, pensamos que tenemos una mejor idea de cómo manejar a las personas difíciles en nuestras vidas.
¿Cómo trató él con los que le causaron problemas? ¡No fue desapareciéndolos con un relámpago como a veces deseamos que pudiéramos hacer! El los amó y los perdonó, aún cuando ellos no lo pidieron. Lo vimos en sus respuestas a Judas en el Viernes Santo. Ser misericordioso no añadió a su dolor; sino que le dio resistencia y después lo resucitó!
Cuando Jesús vive en nosotros, entonces podemos tener la misma victoria cuando lidiamos con los que pecan contra nosotros.
La victoria no viene de deshacerse de los alborotadores y de los problemas que ellos causan; viene de abrazarlos de la manera que lo hizo Jesús. Él sabía de la victoria oculta que viene de la cruz.
Amar a nuestros enemigos nos da un poder oculto que aplasta al diablo. Perdonar a los que nos lastiman - incluyendo a los que no demuestran remordimiento - nos libera de los clavos que nos atan a la cruz que ellos nos dieron. Si nuestra felicidad depende de esperar a que las personas problemáticas cambien, entonces estamos permanentemente clavados a la cruz de su falta de arrepentimiento. Si nuestra buena voluntad para amarlos depende de la buena voluntad de ellos para amarnos, nosotros estamos permanentemente clavados a la cruz de sus pecados.
Las personas pecan contra nosotros por las heridas en sus corazones y la oscuridad en sus almas. El perdón que nos libera es también el perdón que los puede curar si buscamos maneras para servirlos con el amor de Jesús, imitándolo persistentemente en su misericordia. Él nos ha enviado a sus vidas para revelarles su amor por ellos.
Escoger perdonar y hacer el bien a nuestros enemigos es un golpe inmenso al diablo, pero hay más victoria oculta en la cruz que solo esto. Imitando a Jesús, nosotros somos sanados por nuestra unión con él. Somos resucitados a un nivel más alto de perfección espiritual. A menudo este proceso debe incluir ayuda de un buen terapeuta o director espiritual, y esto es también una bendición directa de Dios.
Descubre la victoria oculta en las cruces que estás enfrentando hoy. En vez de ser controlado por el dolor que está siendo impuesto sobre ti, y en vez de ser atado a la cruz por tu ira, preocupación, temor, frustración, cinismo, o cualquier otro mal humor instigado por otros, conquista ese maestro malo escogiendo hacer a Jesús tu Maestro verdadero. Síguelo: Imítalo. ¡Y disfruta tu resurrección!
(de Reflexiones para el alma)
Preciosa entrada para reflexionar y llevarme a la oración de esta tarde.
ResponderEliminarGracias Lah. Pide por mí un poquito que mañana voy al médico que tengo la vista mal.
Un besito y feliz tarde para todos.
Nunca nos equivocaremos con sus enseñanzas.
ResponderEliminarQue bien me vienen tu entrada Lah.
ResponderEliminarGracias amiga mia por ayudarme a reflexionar y a rezar.
Buen consejo así que me lo apunto.Un abrazo.
ResponderEliminarSi rezare por ti Capuchino ya nos cuentas mañana abrazos a todos
ResponderEliminarSeguirle, imitarle y hacer lo que ÉL nos diga...
ResponderEliminarGracias LAH.
Un abrazo.
¡¡¡¡¡G R A C I A S!!!!!
ResponderEliminarJesús nos ama a todos, por eso no quiere entender lo de los enemigos, que alguna vez somos cada uno de nosotros, en cada momento nos tiende la mano con el Gesto de perdón, y capacidad de olvido, invitándonos a perdonarnos nosotros mismos,a pedir perdón si nos equivocamos y a perdonar si nos consideramos ofendidos, Dos términos que juntos, Perdonar y pedir perdón,que nos traen
ResponderEliminarla sanacion interior, en el Perdón encontramos
la salvación,Jesús no vino a juzgarnos; si no
que por sus méritos nos ha traido el Perdón.
Tan verdad pero a veces tan dificil de conseguir.
ResponderEliminarTan dificil si lo intento yo sola
Posible con el Señor
Me lo apunto "Imítalo. ¡Y disfruta tu resurrección!"
Gracias¡
Sabes? eso de imitarlo....no sé lo he intentado tantas veces y No me ha salido nunca, he hecho una mala imitacion quizás. Pero el saber que su Espiritu que habita en mi, por la Gracia, hace que Cristo actue en mi...ya es otra cosa. El en mi perdona, es El el que lo hace, y es El el que me enseña a amarme en El....esto me lleva a que si tengo paciencia conmigo y sé tratarme bien en El no juzgo facilmente a los demas, y he descansado frente al enemigo que se vale de cualquier cosa para arrancarme esta Paz que solo El, Resucitado me dá.....
ResponderEliminarMe gusta tu reflexion. Un beso Lah.
Gracias por esta entrada. Yo, como enemiga publica que a veces me siento me anima saber que me perdonaran, me siento amada..
ResponderEliminardespués de escribir hoy en mi blog, leo tu entrada, y veo que estamos en la misma onda, cuantas enseñanzas nos deja el Evangelio para hacerlas vida en nosotros.
ResponderEliminarUn cariñoso saludo