"...!Qué abrazo aquel entre mujeres que se entienden sin palabras! Su hermana, el tio Samuel, los sobrinos, todos reían también al vernos bajo la parra .Yo me quedé muda. Isabel estaba como arrobada.
-Lo sé, lo sé todo- decía- ,Bendita entre las mujeres, bendito el fruto de tu vientre. ¿Cómo se te ha ocurrido venir Maria? ¡Qué vuelco! Alguien baila dentro de mi. Un salto he sentido , ¿sabes prima? Un salto de alegria, un baile aquí, en mis entrañas.
Isabel se tocaba feliz su vientre, como si acariciara un mundo. Los niños jugaban con pelotas de trapo y Zacarías se mesaba la barba sonriendo.
-
¡Ay Maria, dichosa tu porque has creido!
En aquel momento ocurrió algo muy especial, no hablé yo.
Hubo una pausa, como si se parara el tiempo. Todos estaban pendientes de mi respuesta.
De pronto las palabras salieron a borbotones de mi boca, como si alguien las pronunciara por mí. La miré con temor y desde sus ojos arrugados y sus párpados caidos me asomé al universo, a ese lugar donde no somos ni jóvenes ni se es viejo.
Supe que mi voz era la Voz y que no hablaba sólo yo, pues desde mi garganta , de repente y sin saberlo, gritaban todos los pequeños de la tierra.
Como dicen que hablaban los profetas encarnando los sentimientos del pueblo así debí de hablar yo aquella mañana. Como las fuentes y las cascadas sin sentirse protagonistas de su agua.
Mirando a Isabel me pareció contemplar toda la creación y más allá de ella dije:
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
mi espiritu festeja a Dios , mi salvador,
porque se ha fijado en la humildad de su esclava
y en adelante me felicitarán todas las generaciones.
Un pálpito interior me estremecía. Me sentía una niña torpe y a la vez madre que se sabe inaugurando un nuevo tiempo. Delante de mi, Isabel, arrugada y feliz, era como la representante de todo mi pueblo, el viejo y sufrido Israel.
Y mi alma brincaba de fiesta ante la grandeza del Dios que hace cosas grandes.
Por un lado salían de mi palabras que parecian nuevas, sino conocidas, repetidas quizás en otros cantos.
...¡Todo habia sido tan espontáneo y gratuito! Me habia mirado. Y su mirada habia producido la maravilla.
No era orgullo lo que sentia exactamente por esa predilección. Era lucidez. Tan poca cosa, como para saberme canal libre donde podía correr su agua sin medida y percibía que habia llegado el momento del gran cambio, de la esperada noticia.
Porque el Poderoso ha hecho proezas
su nombre es santo
Su misericordia con sus fieles continúa
de generación en generación.
Su poder se ejerce con su brazo
desbarata a los soberbios con sus planes
derriba del trono a los potentados
y ensalza a los humildes
colma de bienes a los hambrientos
y despide vacios a los ricos.
Miré con amor los ojos ingenuos y cansados de los que me escuchaban, la gente que trabaja de sol a sol....
...Y mi canto de libertad saltaba de rostro en rostro a mi derredor, cruzaba los campos y escalaba las lejanas montañas y se perdía en el mar de los tiempos.
Socorre a Israel tu siervo
recordando la lealtad,
prometida a nuestros antepasados,
a favor de Abraham y su linaje para siempre."
Se me ha ocurrido hoy copiaros parte del capitulo de un libro que me gustó , se llama: "Las palabras calladas" Diario de Maria de Nazaret. de Pedro Miguel Lamet.
Hoy le digo a mi Madre ¿cómo es que la Madre del Señor viene a mi? porque realmente sé que viene hoy.
Es su fiesta y la espero ansiosa. ¡Feliz semana!
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Ya somos dos la que la esperamos lah!!!!!preciosa fotografia y comentario al evangelio de HOY.....ya sabes que la Visita requiere Comunion sino es una "carga".......a disfrutar del gozo de haber tenido la Gracia de tener al Señor dentro de nosotros. Feliz dia!!
ResponderEliminarGracias por este compartir hermoso que ella te guarde en sus camino y te lleve de su mano hacia ÉL feliz tarde unidas en oración y un abrazo tengo problama con el ordenador quiero publicar y me sale en anonimo Orar con los Santos
ResponderEliminar¿Qué más decir? Todo queda dicho en el precioso día de hoy que colma con esta maravillosa fiesta de la Visitación de la Virgen.
ResponderEliminarPor la mujer servicial que acudió en ayuda de su prima Isabel y acompaña a todos los que confían en su misericordia, para que nos acompañe también a nosotros siempre.
Gracias Lah, un abrazo y feliz semana.
Que ella siga con nosotros un privilegio de Dios para sus hijos!!
ResponderEliminarMadre bienvenida te amo!!
Hay veces que no se me ocurre que poner.
ResponderEliminarEl texto es bonito y dice mucho. Así que ¿que mas puedo decir yo?.
Nada.
Un beso
Amen, amen.
ResponderEliminary que bonito esta el blog, me encantan los pollitos. Un besazo.
Me ha gustado mucho este capítulo que nos traes en esta entrada. La verdad es que no sé quién es el autor de la pintura, en la que hemos coincidido, pero me gustó tanto... Si averiguo de quién es te lo comunicaré.
ResponderEliminarUn abrazo y mil bendiciones!.
No conocía el libro ni el texto y aunque lo he leido con un día de retraso me quedo con lo de que la Madre del Señor viene a mi. Eso me ha encantado¡¡
ResponderEliminarFantastico también el frescor del color verde del fondo¡
Yo más bien oigo ese canto en la confidencialidad de la experiencia mutua ante el asombroso hacer del Dios de Israel, ambas con un hijo por intervención suya de diversas formas, sólo Isabel podía confortar a María en el plano humano por indicación de Gabriel, nadie prudente hablaría de eso frente al resto de trabajadores, hay cosas que sólo una mujer y madre sabe tratar en cosa tan primeriza y extraordinaria creo yo. ¿Tçú cómo crees que fue el encuentro?.Un abrazo.
ResponderEliminarEs una fiesta que me gusta. El Magnificat ha formado parte y sigue haciéndolo en mi vida espiritual de grandes momentos de gratitud, consuelo, alabanza.
ResponderEliminarMe encanta la cabecera del blog. ¡¡¡Tienes un gusto exquisito!!! Un beso
Gracias a todos por visitarme, contestando a NIP creo que fue un encuentro como ningún otro, sabedoras del Misterio que empezaba a crecer y la alegria del más humilde de todos, aún antes de nacer!
ResponderEliminarBuen consejo tuvo Maria, no habia nadie más que su prima Isabel con ella bastaba. Dios es asi de simple.