Alessandra Borghese
Este es el titulo de un libro autobiográfico que he empezado a leer hoy muy ameno, y que describe la conversión de una aristócrata princesa italiana llamada: Alessandra Borghese, (ver enlace) también compré: "Sed de Dios" de la misma autora, que aún no he empezado y que probablemente más de uno conocereis.
Y me encanta porque en la fé todos somos iguales, no hay distinciones por posicion social, y aún más porque esta mujer pisó las grandes esferas financieras en N.York, codeandose con lo más selecto del mundo económico y social, viéndose más tarde ese vacio que sólo llena Dios.
Queria compartirlo con vosotros. Y me anima porque cada vez veo con más claridad que a través de sufrimientos te espera El siempre con los brazos abiertos, como hijos que somos.
Hoy las lecturas del Bautismo de Jesús hacia que reflexionara en ese Padre amoroso que te cuida y que te quiere más que nadie, que somos como la niña de sus ojos y pido todas las noches no separarme nunca nunca de El.
¡Bendito sea el Señor!
Hola Laddhec. Bien dices que cuando omitimos a Dios de nuestras vidas, o mejor dicho, cuando la desgana por conocerle impera en nosotros, ese Ser que siempre espera y no se introduce en nuestra libertad, aprovecha nuestros desequilibrios para sostenernos. Son momentos cruciales que sólo él sabe cómo y cuándo hacerlos.
ResponderEliminarUn abrazo y todo lo mejor para ti.
«...en la fe todos somos iguales...» Que no perdamos la humildad de entenderlo así. Satanás se prende de nuestras debilidades y a veces parece que el cielo no es de todos cuando aparecen los celos apostólicos.
ResponderEliminarGracias Lah, por la reflexión.
Fraternalmente,
Lad, me viene tu entrada como agua de mayo.
ResponderEliminar¡Dios te bendiga!.
Muchos besos
Me encantó el testimonio que nos ofreció en su libro.
ResponderEliminar¡Jolin que bien se está en este blog!
No conocía sus libros. Los añado a la lista de pendientes. Gracias por la recomendación. Un beso ¡¡¡
ResponderEliminarcreo que lo tengo...ya te diré como lo veo.
ResponderEliminarMe encanta tus deseos de amor Lah...un beso
No lo conocía. Me lo apunto para leer¡
ResponderEliminarPedir que nunca me separe de Él. Eso también me lo apunto. Y fiarse totalmente del Señor
Que tengas buena semana
Me ha gustado mucho esta entrada que dan pie a comentarios como el de Armando, que da en toda la diana.
ResponderEliminarCon gran afecto
Tengo los dos libros y voy a comenzar con el segundo. Me gusta como escribe, tan cerca de Dios, después de haber estado tan alejada.
ResponderEliminar“Experimenté un enorme consuelo, sentí que renacía. Descubrí con una alegría que ni de lejos consigo describir, que Dios estaba allí para mí, para acogerme y ofrecerme su ayuda.”