EL MONTE TABOR

 

Cuando entro en mi blog, es como si abriera la puerta a una estancia infinita donde campo a mis anchas con mi alma y con las vuestras, entro en un blog, luego a otro y otro...y tengo que medirme en el tiempo porque me encuentro realmente agusto como en el Tabor, pensando ¡qué bien se está aqui!

Poco me importa que me entren unos u otros, más o menos qué más dá, se enriquece y alimenta mi alma leyendoos.

Siempre me sale la alabanza y la gratitud al Señor de sentirme como en casa en esta gran familia que no veo ni toco, solo siento y pienso. Pero tan real como este instante.
El rosario, las oraciones cuando alguien las necesita, lo que humildemente puedas aportar y generosamente acojo cuando os visito, lo aplico a mi vida sin distracciones exteriores, pues yo sólo veo almas, almas inquietas, alegres o tristes, constantes u olvidadizas, despistadas, amorosas y soñadoras y todas con un mismo fin: buscar al Señor y encontrandolo, encontrarte contigo misma.

Solo llevo metida en este mundo desde el mes de Septiembre pasado, y tengo la certeza de que comparto mucho mucho más con vosotros que con amigos de hace tiempo, que frecuento en cenas o en cualquier café. El lenguaje del alma tiene ese misterio que es un lenguaje de eternidad.
Apartada del ruido me sumergo en entradas con músicas o sin ellas, os pongo caras y hasta risas que casi oigo.

Esto no es empalagarse en algo ideal e imaginario. Con los pies en la tierra y sabiendo perfectamente donde estoy, sólo quiero expresar lo que siento al entrar en mi portátil y darle al botón  ahora  concretamente.

Las cosas y las vidas cambian, y no sé cuánto tiempo duraré en esta estancia, pero hoy por hoy me llena y se me expande el alma.

Quizá este escrito tenga alguna pincelada de romanticismo, no lo sé,  pero asi soy  casi siempre intento sacar de los acontecimientos y de las cosas, cuando no aprietan las tentaciones, la positividad que hay oculta en ellas.

Mis padres, reflejo del Padre Eterno, me enseñaron desde pequeña a dejarme llevar por estas pinceladas de eternidad y es esto lo que me salva a veces de situaciones desagradables o tristes.

Es realmente asombroso esta comunión que existe sin distancias ni tiempo, porque todo se acerca a un mismo corazón,  sintiendonos Hermanos como verdaderos Hijos de Dios.
                                         ¡Que Dios os bendiga siempre!


NOTA:
JAIME SE NOS MARCHÓ YA A LA CASA DEL PADRE, RECEMOS TODOS POR SU ALMA Y POR SU FAMILIA QUE ENCUENTREN EN EL SEÑOR EL CONSUELO QUE SOLO EL DA. AMÉN